viernes, 5 de junio de 2009

LIDERANDO

El líder es tal por la forma en que hace las cosas y no por las cosas que hace. El estado emocional del líder tiene efectos rotundos en sus subordinados. Se ha estudiado que cuando dos o tres personas se juntan, sus “almas” se juntan, aunque no se digan nada, al encontrarse cada persona tiene unos biorritmos, pero al cabo de unos minutos se igualan. En toda reunión hay un cierto contagio emocional, ya sea de ánimo o de desánimo, y no olvidemos que el ánimo determina la eficacia laboral. Sonriendo acercamos nuestro sistema límbico al del otro, con beneficios mutuos, mientras que las hormonas del estrés segregadas a la sangre al disgustarse, tardan horas en reabsorberse. Por ello, los líderes deben estar en contacto con sus propias emociones, para conseguir empatía que trae la efectiva comunicación y por tanto ejecución de las cosas. Podemos cambiar hábitos para posteriormente provocar cambios neurológicos. A través de la reflexión uno puede establecer su camino y darse cuenta que tiene más importancia nuestras emociones que nuestro intelecto.

En nuestro curso de Herramientas de Coaching hemos realizado varios ejercicios aplicables a cualquier persona, con o sin la ayuda de un tercero. Realizarse preguntas trascendentales es un camino válido para examinar como estamos. Preguntarse lo que algunos sólo se preguntan en Navidad: Que me gusta de los que me rodean? Que no me gusta? Que me gusta de mi? Que no me gusta? Que me gusta de mi pasado? Que espero de mi futuro? Que no? Uno debe practicar en la dirección de los valores que valora. Uno no cambia de un día para otro, pero todos podemos mejorar, practicando la verdad, evitando las pequeñas mentiras, practicando la escucha, buscando que se esconde detrás de cada persona o comentario. Uno debe rezar, meditar, vaciarse para llenarse. Coaching es inteligencia emocional, es sentido común, es confianza, es motivación, es orden, es análisis, es ser consecuente, es curiosidad, es ser auténtico con uno mismo, es ser intuitivo.

Y todo esto solo puede conseguirse de una manera: Liderando, con voluntad de liderar, humildemente, en positivo, en construcción, con carisma y ética, con capacidad de generar ilusión, asumiendo riesgos, responsabilidades y con sueños. Como en la vida misma, el buen maestro tiene las preguntas adecuadas para sacar al alumno las respuestas deseadas, preguntas potentes, de reflexión, obligando a responder sintéticamente, sin demasiados envolventes.