La Ilusión de Müller-Lyer, descubierta por F. C. Muller-Lyer en 1889, es una ilusión óptica en la que dos o más segmentos de igual tamaño parecen más grandes o más pequeños dependiendo de que las puntas de flecha añadidos en sus extremos apunten hacia adentro o hacia afuera
Nos
creemos que leemos bien la realidad, nos vemos capaces, creemos ser
conscientes, que dominamos o controlamos parcialmente nuestro entorno, pero lo
hacemos con un montón de errores, de deficiencias y falta de información.
Esto
es culpa de los sentidos propios, que nos engañan a cada paso que hacemos. La neurofisiología estudia estas desviaciones, como la del
sinestésico, que puede oír colores o ver sonidos. No es que lo asocie o tenga la sensación
de sentirlo: lo siente realmente.
Existe muchos otros efectos que demuestran
nuestra imperfectibilidad. Algunas ilusiones
ópticas son debidas a problemas de percepción del ojo y cerebro humanos,
muestra de la mala relación que existe entre la realidad y lo que percibimos. Todo esto nos debe hacer aceptar que
algunas veces que estamos seguros de algo, podemos estar completamente
equivocados.
Además deberíamos aceptar que todos somos adictos a muchas cosas,
son esquemas mentales que no nos dejan pensar bien. Tenemos que tomar
consciencia para conocer nuestro ritmo cardíaco, y nuestra activación de los
neurotransmisores, para que las glándulas segreguen adrenalina, endorfinas,
corticoides, etc adecuandamente para recuperar la Homeostasis.
Existe
multiples estudios que concluyen la linealidad entre optimismo y longevidad, al
igual que entre hostilidad y perecer antes. Por ello se recomiendo ser
positivo, pero aunque se puede aprender, no es algo fácil, como tampoco lo es
coger la rutina de hacer deporte.
Con actividad física, positivismo-optimismo y
equilibrio homeostático, conseguiremos conocernos mejor y acercarnos un poco a
la siempre ansiada pero nunca permanentemente conseguida Vitamina F, o
Felicidad…